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El acelerado crecimiento urbano ha dado por resultado una mayor actividad en el sector de la construcción. Según estimaciones, se construirán cerca de 230 mil millones de metros cuadrados en las próximas cuatro décadas. De esta forma, las obras de construcción y la operación de los edificios se han convertido en una fuente de contaminación que produce casi 40% de las emisiones de CO2 y consume casi cerca del 36% de la energía a nivel global. [1]
3C fue seleccionada en el Desafío Córdoba Resiliente como una solución en el eje de economía social urbana por su contribución a la generación de empleos sostenibles. Este emprendimiento tiene por objetivo la construcción de infraestructuras a través de la implementación de un modelo de reciclado de plásticos en el que se involucra a poblaciones vulnerables. De esta forma, impulsa la innovación industrial y social al:
a) generar unidades productivas independientes altamente eficientes y sustentables en los sectores más vulnerables de la sociedad;
b) generar un alto impacto positivo en el medioambiente a través de la utilización de residuos plásticos y de madera en grandes cantidades, y de la eficiencia energética de las construcciones; y
c) generar un impacto social a través del desarrollo de un sistema de construcción más económico, rápido, liviano y eficiente que el tradicional con ladrillos.
3C elabora bloques para ser empleados como paredes a partir de botellas de PET prensadas, las cuales son enmarcadas en madera para darles estructura. El plástico de las botellas actúa como aislante y es impermeable, por lo que permite reutilizar materiales de desperdicio para la construcción de infraestructuras. En el proceso de elaboración de los bloques no se emplea agua y el uso de energía es limitado, por lo que los impactos ambientales asociados a su producción son mínimos.
Por otro lado, gracias al empleo de materiales reciclados y ligeros, 3C contribuye al acceso a una vivienda digna al reducir los costos de adquisición hasta un 65% a 75% del precio de mercado de un inmueble construido de forma tradicional gracias a la reducción de la inversión para la construcción, por ejemplo, en la construcción de la cimentación.
Replicar el modelo de 3C constituye un aporte a la resiliencia urbana en América Latina al reducir la contaminación resultante de la construcción, contribuyendo a reducir los factores que favorecen el cambio climático; facilitar el acceso a la vivienda de calidad reducida en costos y promover el empleo entre poblaciones en situación de vulnerabilidad para evitar tensiones producto de la desigualdad social.
Cuando el plástico reciclado construye casas, personas y comunidad
Conoce la historia, las experiencias y los aprendizajes de este emprendimiento a través del artículo presentado en la publicación “La economía circular y la resiliencia de las ciudades. Iniciativas innovadoras para una mejor calidad de vida” presentada en el marco de la Iniciativa de Ciudades Resilientes.
[1] UNEP (2018) El sector de la construcción y los edificios tiene un rol clave en la reducción de emisiones. Consultado en https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/comunicado-de-prensa/el-sector-de-la-construccion-y-los-edificios-tiene-un
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