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El acelerado crecimiento de la tecnología ha llevado a que éstas sean cada vez más empleadas por sectores económicos, productivos y educativos. Asimismo, la tecnología juega un papel cada vez más importante para las dinámicas sociales. Es por ello que los costos y las implicaciones para las personas que carecen de acceso a estas tecnologías son altos.
El crecimiento de ocupaciones vinculadas con la economía digital (como técnicos y especialistas en computación), así como la demanda de habilidades digitales son tendencias que han ido al alza en América Latina y que permiten el acceso a mejores condiciones de empleo y con una mejor paga. Sin embargo, esto también se ha traducido en una reducción de oportunidades para las personas que carecen de estos conocimientos, así como en la pérdida de empleos por una transición hacia la automatización de procesos, lo cual acrecienta las brechas de desigualdad.
Frente al crecimiento de los empleos que requieren conocimiento de herramientas tecnológicas se estima que, de mantenerse la tendencia actual, en los próximos años 10 la brecha digital se traducirá en 1.5 billones de dólares en pérdidas para el crecimiento económico de los países del G20.[1]
De acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, en comparación con otras regiones, la brecha digital de género no es tan amplia. El acceso a internet registrado en la región es de 63% para hombres y 57% para mujeres, en tanto que en el uso de teléfono móvil se registró un 83% para hombres y un 80% para mujeres.[2] Sin embargo, la brecha significativa se presenta en los tipos de uso, ya que los hombres hacen mayor uso de estas herramientas para fines educativos, laborales y productivos, lo que se traduce en mejores empleos y mayores ingresos, en tanto que el uso para estos fines por parte de las mujeres es menor. La falta de conocimiento de las herramientas y de las habilidades para su uso adecuado destacan como barreras reportadas por las mujeres para un mejor aprovechamiento del potencial de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).[3]
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, a nivel mundial, las mujeres que logran tener acceso a empleos en el ámbito digital enfrentan 21% de brecha salarial media de género, cifra significativamente mayor a la del 16% de la de brecha salarial media de género en la economía general. En América Latina, el salario de las mujeres que encuentran trabajo en este sector es 40% menor al de los hombres, contrastando a su vez con el 17% de la brecha salarial de género en la región.[4]
Reducir la brecha digital de género para anticiparse a los nuevos desafíos
En el contexto actual, reducir la brecha digital de género se plantea como una necesidad para que las mujeres mejoren su acceso y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para mejorar su calidad de vida.
No basta tener acceso a internet o a un equipo de cómputo o celular, es necesario contar con los conocimientos que permitan aprovechar su potencial y emplearlas como herramientas para el empleo, la educación y la libre expresión, es decir, para impulsar la autonomía de las mujeres.
La capacitación está identificada como la mejor forma de reducir la brecha digital y ha sido incorporada como parte de los compromisos establecidos en las agendas globales. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible reconocen que para avanzar hacia la igualdad de género es necesario “mejorar el uso de la tecnología instrumental, en particular la tecnología de la información y las comunicaciones, para promover el empoderamiento de las mujeres”. Asimismo, esto se reconoce como un objetivo estratégico de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, que plantea al acceso y capacitación en tecnologías como medio para reducir las inequidades y empoderar a las mujeres.
Durante el proceso de construcción de la estrategia de resiliencia de Buenos Aires se identificaron a la desigualdad social, los cambios acelerados y la falta de oportunidades para el acceso al mercado laboral como tensiones crónicas que impactan el desarrollo de la ciudad. En 2019, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Fundación Avina, BID-Lab y 100 Ciudades Resilientes, con el apoyo de Citi Foundation, abrieron la convocatoria “Desafío #BAResiliente”, desde la cual seleccionaron a las iniciativas MindHub e Inmigrantes Digitales por su contribución a la resiliencia urbana desde la equidad de género y generación de oportunidades.
MindHub es una iniciativa liderada por 3 mujeres expertas en tecnología cuyo objetivo es mejorar las oportunidades de las mujeres para insertarse en el mercado laboral a través de la capacitación técnica, del apoyo para el desarrollo de habilidades blandas y el acompañamiento para la obtención de empleo. A su vez, MindHub ha establecido alianzas estratégicas con empresas del sector privado para abrir espacios laborales para las mujeres participantes del programa y de esta forma, garantizar que su participación en el programa se traduzca mejores oportunidades. El piloto que fue parte del desafío proponía capacitación a 20 mujeres y al finalizar el primer año, se contaría con 100 mujeres capacitadas. Para 2025, desde su modelo de operación, MindHub proyecta capacitar a 50,000 mujeres.
Las repercusiones de la brecha digital de género se ven agudizadas cuando además existen condiciones de desigualdad, lo que se traduce en acceso a limitado a oportunidades. El 15% de la población presentan algún tipo de discapacidad. Las mujeres con discapacidad enfrentan una tasa de empleo baja, de 20%, en contraste con la tasa de desempleo de los hombres con discapacidad que es del 53%.[5]
Inmigrantes Digitales es una iniciativa que genera un doble impacto, por un lado, capacitando a mujeres en el uso de herramientas digitales y por otro, enfocándose en la generación de oportunidades para la inserción laboral de mujeres con discapacidades o en condición de vulnerabilidad. Algunos integrantes del equipo de Inmigrantes Digitales son personas con discapacidad. De esta forma, las mujeres en con discapacidad o en condición y vulnerabilidad se suman al equipo como instructoras.
Con el apoyo de proporcionado desde el Desafío #BAResiliente, se pudieron capacitar a 80 mujeres en el uso de las herramientas digitales, lo que les permitirá mejorar sus oportunidades laborales o generar emprendimientos. Por lo menos 5 de ellas, con discapacidad, se integraron como instructoras digitales para capacitar a otras mujeres. Inmigrantes Digitales proyecta hacia 2025 la capacitación y acompañamiento para la obtención de empleo de 500 mujeres.
Como iniciativas que promueven la equidad de género y la inclusión social y productiva de las mujeres, Inmigrantes Digitales y MindHub contribuyen a la resiliencia de la ciudad al favorecer la adaptación a las nuevas economías digitales y el aprovechamiento del talento como mecanismos para anticiparse a las disrupciones sociales que puedan generarse en la ciudad como producto de la desigualdad y la falta de oportunidades.
Capacitar es importante para poder integrar a más mujeres en el uso de las tecnologías, sin embargo, Inmigrantes Digitales y MindHub reconocieron que para generar un impacto mucho mayor es necesario promover un cambio en la agenda pública hacia la promoción de políticas ´de inclusión digital. Para ello, desde 2018, en alianza con otras iniciativas de tecnología y con mujeres emprendedoras digitales, presentaron al G20 una Declaración Ministerial de Economía Digital, en la que se incluyen 9 propuestas para impulsar la participación de las mujeres en el sector tecnológico. Gracias a este esfuerzo conjunto, hasta noviembre de 2019, más de 35,000 mujeres fueron capacitadas como parte de la estrategia de inclusión digital a través del programa “Hacemos Futuro” del gobierno nacional argentino.[6]
El mecanismo de operación de estas iniciativas las hace susceptibles a ser escaladas y replicadas en otras ciudades. La preparación de las mujeres para un mundo cada vez más digitalizado, evitará su rezago en los diferentes ámbitos y permitirá a las ciudades innovar para potenciar el talento y evitar los impactos de la segregación digital.
A través del proceso de diseño de su Estrategia de Resiliencia, Buenos Aires identificó a la falta de equidad de género, los cambios acelerados en el mercado de trabajo y la desigualdad en el desarrollo como tensiones crónicas de la ciudad. Con su implementación, MindHub e Inmigrantes Digitales contribuyen a mejorar el acceso de las mujeres a oportunidades y a anticiparse a los cambios de los mercados laboral, además de articular acciones con el sector privado para avanzar de manera conjunta hacia una ciudad resiliente y capaz de adaptarse a los desafíos emergentes, como fue el caso de la emergencia sanitaria.
La brecha digital de género en tiempos del COVID-19
Como resultado de la emergencia sanitaria y de las restricciones de convivencia como medida de prevención de contagios las ciudades iniciaron la oferta de servicios de forma digital con el objetivo de garantizar la continuidad de atención y servicios a la mayor cantidad de población posible.
Por ejemplo, en respuesta a la crisis, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ofrece la posibilidad de realizar más de 300 gestiones en línea. Durante el periodo de cuarentena, entre marzo y junio de 2020, se reportaron 169, 530 gestiones realizadas de manera digital, de las cuales 102, 300 correspondientes a trámites y 67,230 a denuncias y reportes.[7]
Por otro lado, como una medida de adaptación para la subsistencia, los establecimientos comerciales también se vieron en la necesidad de ofrecer productos y algunos servicios a través de diferentes plataformas virtuales.
Frente a este contexto, las personas con acceso a las TIC y con el conocimiento necesario para su uso fueron las que se encontraron en capacidad de adaptarse de manera más rápida a estos cambios para procurar la continuidad de sus dinámicas y reducir los impactos derivados de la contingencia.
La repercusión de la emergencia sanitaria en el sector laboral de América Latina 30 millones de personas se encuentran desocupadas por no encontrar oportunidades ante la parálisis de los mercados laborales y 23 millones de personas han perdido su empleo en el marco de la crisis. En este contexto, la tasa registrada de ocupación de las mujeres en la región es de -10.4,% en contraste con el -7.4% de los hombres.
En este contexto la capacitación y el acceso a las tecnologías juega un papel determinante para las mujeres que puede favorecer emprendimientos o sumarse al mercado laboral de la economía gig (economía y empleo a través de plataformas intermediadoras como Uber, Rappi y AirBnb, entre otras) o adaptarse al teletrabajo.
Si bien las evidencias actuales muestran que las desigualdades preexistentes se verán agudizadas como resultado de la crisis del COVID-19, ésta también se presenta como una oportunidad y un catalizador para impulsar políticas públicas y establecer alianzas con otros sectores para acelerar la inclusión digital de las mujeres y avanzar hacia un futuro con equidad.
References:
[1] La persistente brecha de género en la tecnología. https://ilostat.ilo.org/es/techs-persistent-gender-gap/#:~:text=Se%20crean%20miles%20de%20empleos,a% | [2] ¿Desigualdades en el mundo digital? Brechas de Género en el uso de las TIC. https://publications.iadb.org/es/desigualdades-en-el-mundo-digital-brechas-de-genero-en-el-uso-de-las-tic |
[3] Para fines de este texto, al hablar de las TIC nos referimos también a las computadoras, tablets, teléfonos móviles (básicos e inteligentes) e Internet. | [4] La persistente brecha de género en la tecnología. |
[5] 10 datos sobre la discapacidad. https://www.who.int/features/factfiles/disability/es/ | [6] Mujeres TICs se reunieron con el Presidente. https://www.argentina.gob.ar/noticias/mujeres-tics-se-reunieron-con-el-presidente |
[7] Cuáles son los trámites digitales que más hacen los vecinos durante la cuarentena. https://www.buenosaires.gob.ar/laciudad/noticias/cuales-son-los-tramites-digitales-que-mas-hacen-los-vecinos-durante-la-cuarentena |