Desafío Salvador Resiliente

Vista panorámica de la Bahía de Todos los Santos y el Mirador Lacerda. Salvador de Bahía, Brasil.

La ciudad de Salvador, Brasil, cuenta con 2,857,329 habitantes, de los cuales el 50.8% son personas afrodescendientes, lo que la convierte en la ciudad con el mayor número de personas afrodescendientes fuera del Continente Africano.

A través del proceso participativo realizado en 2018 para la construcción de su Estrategia de Resiliencia, la ciudad identificó los siguientes impactos (eventos disruptivos que ocurren en un momento determinado como las olas de calor) y tensiones crónicas (factores que generan presión y debilitan la ciudad de manera cíclica como la desigualdad social):

De esta forma, la Estrategia de Resiliencia de Salvador se conforma de 5 ejes:

1. Cultura y múltiples identidades

2. Comunidad saludable e involucrada

3. Economía diversificada e inclusiva

4. Ciudad informada y gobernanza innovadora

5. Transformación urbana sustentable

La visión de Salvador Resiliente es consolidarse como una ciudad reconocida por su rico patrimonio humano y cultural, abierta al mar y al mundo. Capital de las múltiples identidades, creatividad e innovación, donde el desarrollo sustentable y tecnológico promueve la resiliencia, la inclusión y la integración de las personas.

En 2019 la Prefeitura de Salvador de Salvador, Resilient Cities Network, Fundación Avina y BID-LAB, en alianza con WTT – World-Transforming Technologies, y Parque Social – Emprendimiento y Desarrollo Social, abrieron la convocatoria “Salvador Resiliente”

El Desafío se enmarca en la Iniciativa Regional de Ciudades Resilientes, cuyo propósito es mejorar la resiliencia urbana en América Latina y el Caribe con la participación del sector privado y en la Estrategia de Resiliencia de Salvador.

El Desafío tuvo por objetivo potenciar proyectos piloto o emprendimientos tecnológicos y sustentables que generen soluciones de triple impacto, vinculadas a la economía circular y a la equidad de género en la ciudad y con potencial para generar ingresos.

El enfoque de economía circular fue seleccionado como resultado de un proceso de diálogo con el sector privado en 2018 que permitió identificar los activos y potenciales de la ciudad, de entre los cuales se identificaron a la gastronomía y la cultura como los más importantes. En este mismo proceso, el sector empresarial identificó la gestión de residuos como uno de los principales retos para la ciudad, así como la desigualdad social.

De esta forma los 3 temas centrales del reto fueron:

1) Cadena alimentaria: Mejorar acceso a alimentos, producción local, cadena logística, consumo de energía, etc.

2) Residuos: Incentivar la reutilización, la producción de energía, mejorar infraestructura/procesos de reciclaje, etc.

3) Tratamiento de agua y alcantarillado: reutilización y tratamiento de aguas negras e industriales, recuperación de ecosistemas hídricos, limpieza de playas, etc.